Cuando González Vázquez decrete el final en el Ruíz de Lopera, la Liga se despedirá hasta el próximo año. El árbitro alemán volverá a dirigir un partido tras su mala actuación en la victoria del Sevilla en el Bernabéu. El Betis y el Athletic son dos equipos que lanzan muchos balones al área, algo que puede complicar la labor de un colegiado al que no le gusta tomar decisiones comprometidas.
El otro partido de la jornada 16 que puede resultar más complicado para el trencilla, es el Real Madrid - Valencia. Ramírez Domínguez será el hombre de negro en un enfrentamiento en el que la polémica ha estado presente en los últimos años. Aún se recuerda a Tristante Oliva en Valencia a causa del hushiro nage de Marchena a Raúl en la Liga de 2004. Tienen motivos para temer en la ciudad del Turia, el colegiado cordobés si de algo peca, es de casero. En lo que llevamos de temporada ha pitado tres penaltys a los de casa, por ninguno a los visitantes, en los siete encuentros que ha dirigido. También se nota en el apartado disciplinario, ha enseñado diez tarjetas a jugadores locales, por 25 a los de fuera.
En el otro partido adelantado al sábado, el Espanyol - Atleti, Teixeira Vitienes buscará continuar con su racha de buenas actuaciones. El cántabro no era uno de mis árbitros favoritos a causa de una vergonzosa actuación en un partido que el Real Zaragoza disputó en Albacete ( un 2-1 con dos penaltys a favor de los locales que costaron además dos expulsiones, uno no pitado en su área con empate en el marcador), pero la verdad sea dicha, está realizando una temporada magnífica. Otro colegiado que está realizando una gran campaña es el debutante Mateu Lahoz, quien arbitrará la visita del Valladolid a Numancia.
Por otra parte, Undiano Mallenco vuelve de Yokahama, tras ser designado por la FIFA para dirigir la semifinal del Mundial de Clubes que enfrentó al Pachuca mejicano y al Liga de Quito ecuatoriano. Un partido sin problemas para el navarro, pero que le aparta de la final, la cual será para el ruso Irmatov.